Hemos seguido los siguientes pasos:
1. Empapar varias esponjas de gominola con alcohol.
2. Hemos prendido fuego, este ha entrado en contacto con el alcohol dando lugar a una combustión (fuego).
3. Tras un minuto, las esponjas se han quemado, cambiado su aspecto por completo, es decir, estaban quemadas.
Podéis ver nuestro experimento aquí. Si queréis verle pinchad aquí abajo.
Trabajo realizado por Álvaro González y Carlos Yuste
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